viernes, 13 de enero de 2017

Contraseñas

Las contraseñas son las claves de acceso a nuestra información de diferentes sitios, como redes sociales. Si alguien las averigua podría entrar en nuestro perfil y leer dicha información personal. Para evitar riesgos derivados de una mala gestión de las contraseñas, te facilitamos unos consejos muy fáciles de aplicar: no compartas tus contraseñas con nadie, asegúrate de que son robustas, no repitas contraseñas en varios servicios, o utiliza gestores de contraseñas si te cuesta pensar una.

Para que una contraseña sea segura debe cumplir con ciertos requisitos: mínimo 8 caracteres y que combine mayúsculas, minúsculas, números y símbolos, además de no usar como claves palabras sencillas, nombres, lugares, combinaciones cortas, fechas de nacimiento, etc. Los problemas de las contraseñas cortas o simples es que existen programas que prueban millones de combinaciones en cuestión de centésimas de segundo, con lo que pueden ser fácilmente descubiertas. Aquí una tabla que muestra la velocidad media que tardan estos programas en descifrar una contraseña:

Longitud         Todos los caracteres                   Sólo minúsculas
3 caracteres 0,86 segundos                           0,02 segundos
4 caracteres 1,36 minutos                           0,46 segundos
5 caracteres 2,15 horas                                   11,9 segundos
6 caracteres 8,51 días                                   5,15 minutos
7 caracteres 2,21 años                                       2,23 horas
8 caracteres 2,10 siglos                                   2,42 días
9 caracteres 20 milenios                                   2,07 meses
10 caracteres 1.899 milenios                           4,48 años
11 caracteres 180.365 milenios                   1,16 siglos
12 caracteres 17.184.705 milenios                 3,03 milenios
13 caracteres 1.627.797.068 milenios          78,7 milenios
14 caracteres 154.640.721.434 milenios     2.046 milenios

Se deben usar contraseñas diferentes ya que si usamos la misma y nos la roban podrán acceder al resto de servicios. Como recordar tantas contraseñas puede ser difícil, se pueden usar varios métodos para crear nuestras contraseñas.

Cambiar las vocales por números. Mi familia es genial → M3 f1m3l31 2s g2n31l
Reglas mnemotécnicas. Por ejemplo, elegir la primera letra de cada una de las palabras de una frase que sea fácil de recordar para nosotros. Con 10 cañones por banda… → C10cpb…
Si el servicio es más importante, podemos usar generadores de contraseñas que incluso las hacen más complicadas si así lo especificamos. Otro problema del uso repetido de claves es que algunos servicios no cifran nuestras contraseñas. Esto se ve cuando al seleccionar la opción de recuperación de contraseña nos devuelven la que ya teníamos en vez de proporcionar un enlace para cambiarla. Para almacenar las claves podemos utilizar un gestor de contraseñas. Estos programas nos permiten almacenar las contraseñas protegiéndolas con una clave de acceso que sólo nosotros conocemos. Antes de utilizar un gestor de contraseñas, debemos tener en cuenta que la contraseña de acceso al gestor debe ser segura y robusta, pues protegerá al resto de contraseñas. Si la olvidamos, podemos perder el resto de contraseñas, y se deben realizar copias de seguridad del fichero de claves para evitar perderlas.

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